domingo, 9 de dezembro de 2012

Cristianismo, socialismo y capitalismo - Don Helder Câmara

Don Helder Câmara
(Ex Obispo Primaz de Recife - Pernambuco - Brasil



Cristianismo, socialismo y capitalismo


Qué pensamos nosotros de aquellos que demuestran un horror instintivo al socialismo y que en él ven al anti-Cristo o al peor de todos los males posibles ?


Aquí nos enfrentamos a uno de los más astutos manejos del capitalismo. El capitalismo es inhumano y materialista hasta la médula de sus huesos, pues pone al capital por encima de los seres humanos y hace del beneficio su propósito supremo. Sin embargo, tiene la astucia y la habilidad de no presentarse jamás como materialista.


Una vez que se establece el beneficio como la mayor preocupación del sistema y se coloca en manos seguras la toma de decisiones, el neo-capitalismo comienza entonces a mostrar un interés social y a crear una aparente democratización del capital.


Por otro lado Marx creía, erróneamente, que la religión estaba necesaria e inevitablemente ligada a la alienación puesto que predicaba la paciencia, la aceptación de la injusticia y la explotación con el fin de obtener un premio en el cielo. Igualmente equivocado proclamó que sólo el materialismo dialéctico podría suministrar un apoyo seguro y científico al socialismo.


Desde luego es evidente que, para el contento de los capitalistas, el cristianismo no se ha preocupado todavía por aclarar el nombre del socialismo.


Incluso hoy a algunos católicos se les hace difícil declarar que son socialistas a pesar de que en ciertos lugares hay regímenes socialistas que ni son materialistas ni quieren serlo.


Ahora sabemos que la religión no tiene ninguna conexión obligada ni necesaria con la alienación. Precisamente es todo lo contrario: los cristianos, inspirados por sus creencias religiosas y en el nombre del evangelio, demandan la paz y los rápidos y profundos cambios en las estructuras que dominan y esclavizan a la humanidad.


En cuanto a la vergüenza, ya fuera de lugar, de algunos católicos de llamarse a sí mismos socialistas, no olvidemos que en la época de la monarquía absoluta y del derecho divino de los reyes las palabras «república» y «democracia » estaban en la lista negra.


Como sistemas, el capitalismo y el socialismo son culpables en la práctica de crímenes espantosos contra la humanidad. Pero debemos hacer una distinción. La manera en la que el capitalismo aplasta al hombre es más sofisticada y sutil y procede de la misma naturaleza del sistema, mientras que las bárbaras crueldades que ha cometido el socialismo ruso y chino son crímenes contra el verdadero socialismo.

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