Poema para Josefina
Dura é a vida dos que estão obrigados a viver fora de seus recantos natais.
Muito mais dolorido aos poetas, cuja sensibilidade lhes toca mais forte, na distância de seu povo.
Um companheiro que vive na Califórnia fez um poema dedicado a uma combatente que ficou pelo caminho, nas lutas libertadoras de El Salvador.
LA COMPA “IRENE”
Josefina Cartagena,
se llamaba aquella flor.
Que luchó junto a su pueblo,
por una vida mejor.
Con el fusil en la mano,
aquella gran guerrillera.
La vida se la jugaba,
por los montes y trincheras.
Y fue en varias ocasiones,
que de anciana se vistió.
Para entrar a los cuarteles,
y sacar la información.
Y al grito de batalla,
al tirano combatía.
Y cuando salían corriendo,
ella solo se reía.
Los cobardes militares,
querían agarrarla viva.
Y por mucho que intentaban,
de las manos se les iba.
Pero se llegó el momento,
cuando ella fue capturada.
La tropa no le importó,
que estuviera embarazada.
Fueron guardias nacionales,
que a traición la capturaron.
Y cuando se la llevaron,
en un camión la montaron.
Pero ella bien lo sabía,
lo que le iba a pasar.
Por eso aquella rebelde,
decidió por su final.
Cuando iban por un barranco,
no sabían su intención.
Y al grito de venceremos,
se les tiró del camión.
Los guardias muy enojados,
cuando al barranco bajaron.
No estaba la guerrillera,
solo un cadáver encontraron.
Compañera campesina,
tu ejemplo de heroína.
Quedará en nuestra historia,
con honor y mucha gloria.
Aquí termino contando,
la historia de ésta valiente.
Que por los pobres murió,
y no le temió a la muerte.
Escrito por: Elio Martínez
***
Felizes os nossos tempos, quando podemos trocar as armas de metal pelas armas dos neurônios e da sensibilidade.
Quando são possíveis os vínculos de afeto entre todos os companheiros cujo pensar e sentir estão voltados para a Justiça, a Paz e o Amor entre todos os povos de nossa América Latina e Caribe.
Momento em que artistas de diferentes países se unem num processo de alavancar as sociedades todas para uma nova era, uma era onde o ódio seja coisa do passado, mas sem nunca esquecer esse passado: suas lutas; suas dores; suas ausências e todos os corpos que não mais podemos abraçar; todas as vozes que não mais podemos ouvir.
Não vou dar nomes. Mas todos sabemos que do México até a Patagônia temos a música unindo corações através de múltiplos ritmos.
Possamos todos amar nossos companheiros de todos os povos, da mesma forma que cada um desses músicos, através de sua arte, ama a cada um de nós. Cada nova canção é um presente que nos revigora a vida, e traz força, em nossa luta por Justiça e Paz.
Paulo Cesar Fernandes
27 10 2013
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